Desde que anunciaron su próxima paternidad, Kim Kardashian y Kanye West están más felices que nunca. Después de celebrar la llegada del nuevo año en Las Vegas, ahora han decidido marcharse a París para disfrutar de unos días de vacaciones en una de las ciudades más románticas del mundo. Un viaje que ha dado oportunidad a los fotógrafos de poder ver que la barriguita de la celebrity ya está creciendo por mucho que ella se intentara tapar con una capa.
La feliz parejita disfrutó de una tarde de compras en la capital francesa, visitando por supuesto algunas de las boutiques de las firmas más lujosas, como Céline o Lanvin. Cuando llegó el momento de la cena, se desplazaron a L’Avenue, uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad y al que acuden siempre que están de visita ya que es su favorito.
Papás felices
Tanto Kim como Kanye y toda la familia se han mostrado muy felices por su próxima paternidad, aunque Rob Kardashian, el futuro tío, se ha mostrado descontento ya que no le parece bien que tengan un hijo sin haberse casado todavía. Para celebrar que pronto tendrán su primer hijo, se han comprado una espectacular mansión en Bel Air que les ha costado nada menos que 11 millones de dólares. Calderilla para todo lo que tienen.
El anuncio
Kanye fue el encargado de dar a conocer que Kim y él iban a ser papás. Fue durante un concierto y ante 5.000 personas, que fliparon de lo lindo al ver que tenían ante sí semejante exclusiva. Aparte de eso, ninguno de los dos ha vuelto a hablar públicamente del tema, algo lógico ya que les gusta mucho preservar su intimidad y nunca han ido aireando nada de lo que han hecho.
