Poco después de anunciar que van a ser papás, Kim Kardashian y Kanye West han dado un paso más en su relación y se han comprometido, aunque no podrán casarse hasta que ella consiga el divorcio de Kris Humpries. Su fallido matrimonio con el baloncestista le está costando bastante cerrarlo definitivamente, sin duda mucho más tiempo que los 72 días que estuvieron casados.
Para celebrar su compromiso están organizando una ceremonia que se celebrará en Malibú, que ya que de momento no pueden casarse quieren al menos hacer una gran fiesta de compromiso con sus familiares y amigos. La ceremonia será casi como una boda ya que ambos leerán sus votos y se intercambiarán los anillos. Por supuesto, el fiestorro será memorable y después harán un viaje para celebrarlo en amor y compañía.
Tercer matrimonio
Su boda con Kanye supondrá el tercer matrimonio para Kim, que hasta el momento no ha tenido mucha suerte en el amor, aunque parece que en el rapero ha encontrado por fin al hombre con el que pasar el resto de su vida. En el año 2000 se casó con el productor Damon Thomas, con quien duró 4 años, mucho más sin duda que con Humpries, que no llegó a los tres meses y su divorcio está siendo mucho más complicado que el anterior.
Familia tradicional
Kanye es un hombre muy tradicional y ya ha manifestado que le gustaría estar casado con Kim antes de que nazca su bebé, pero de momento no puede hacer nada ya que por mucho dinero que tenga, en este caso no le sirve para acelerar el proceso de divorcio. Además, Kim está tan enamorada que se está planteando cambiarse el apellido, algo que hacen muchas mujeres estadounidenses. En su caso, pasaría a ser Kardashian-West.
